“Soy sólo un músico escribidor de canciones, poemas, relatos y comentarios varios, mal dibujante aficionado, estudioso y cultor de las artes populares y las buenas tradiciones (a las otras hay que cambiarlas y/o abandonarlas) de todo el planeta, amigo de sus cultores, renovadores, actualizadores y recreadores, amante de las mujeres bellas pero inteligentes, de las bellas por inteligentes, de las bellas por valientes, de las bellas por decentes, por solidarias, amigo de los tipos honestos y respetuosos, de los justos y solidarios, de los idóneos y responsables, de los nobles (pobres muchos, ricos pocos), de los sabios eruditos y analfabetos…. También soy despreciador de los chantas, de los aduladores del poder trucho, de los poderosos despreciables que desprecian a los humildes, a los simples, a los muchos…”.

Así se definía Ico Nova, pieza fundamental del folclore contemporáneo en su labor creativa y de gestión, que falleció ayer a los 70 años en su Córdoba natal luego de una larga enfermedad. “Del norte cordobés” (la chacarera de esa provincia más grabada), “Gato de Cosquín”, “La repiqueteada”, “Como las de antes”, “La Corralera”, “Persiguiendo al viento” y las letras de “Los indios de ahora” y “Movimientos del amor” son algunas de sus composiciones más conocidas, puente entre viejos grupos y lo más nuevo del género, siempre en fusión con el rock y el tango.

Ricardo Luis Novo, como era su nombre original, tuvo a su cargo la Escuela de Música de Santa Rosa de Calamuchita y el Conservatorio de Música Popular. Integró “Los del Llano”, “Plataforma 1” y “MesclaFina” (en España, junto al Chango Farías Gómez), y compartió escenario con Mercedes Sosa, Rubén Juárez, Liliana Herrero, Lito Vitale, Leda Valladares, Jacinto Piedra, Peteco Carabajal y Suna Rocha, entre muchos otros.